FEBRERO Y LA CITA

1024 682 Rosario Tovar

Que tu presencia me conmueve
cuando andamos las aceras;
porque sigo la corriente de tus pasos
confiada en la razón de su cadencia.

Y no habrá bar que no pueda cobijarnos
ni café que nos niegue el escenario
del sosiego prendido en la mirada
ni de la historia que tratamos de contarnos.